“Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina” Hipócrates
La Enfermedad de Parkinson cursa en la mayoría de las personas con alteraciones en el habla, en la voz y en el proceso de deglución.
Los músculos del cuerpo de una persona con dicha enfermedad presentan temblores, rigidez y lentitud de movimientos, por lo que la musculatura que interviene en la fonación y en la deglución también está afectada, dando lugar a:
- Voz débil.
- Volumen de la voz demasiado bajo.
- Habla rápida.
- Habla arrastrada.
- Pérdida de la expresión facial.
- Problemas de comunicación.
- Dificultades para tragar y para masticar.
El tratamiento farmacológico ayuda a paliar la mayoría de los síntomas de la Enfermedad de Parkinson, pero es menos eficaz para reducir los síntomas del habla y de la deglución. Se ha comprobado una notable mejoría al hablar y al tragar cuando se hace un tratamiento combinado con medicamentos y un programa de intervención logopédico.
Una persona que cursa con la Enfermedad de Parkinson puede notar cambios a la hora de comer, masticar y/o tragar, en cualquier momento, pero tienden a aumentar a medida que va avanzando la enfermedad.
La persona que presenta cambios en su deglución suele expresar las siguientes sensaciones:
- “He bajado de peso y como lo mismo que antes”.
- “No me apetece beber agua ni ningún líquido”.
- “Cuando como cualquier comida tengo la sensación de que se me queda atascado en la garganta”.
- “A veces babeo durante la comida y/o justo después de comer”.
- “Cuando mastico y luego trago tengo la sensación de que me quedan restos dentro de la boca, es como que no tragara todo lo que he masticado”.
- “Antes comía muy rápido y ahora tardo mucho más tiempo y hago lo mismo”.
- “Toso mucho antes, durante o después de comer y/o beber”.
- “Me atraganto durante y/o después de comer o beber”.
- “A menudo tengo acidez en el estomago durante la digestión de las comidas”.
- “Noto dolor en la garganta cuando ingiero cualquier bebida y/o comida”.
- “Noto que me cuesta mucho pasar los alimentos a la parte posterior de la boca”.
- “Noto que me cuesta mantener dentro de la boca alimentos y bebidas”.
- “Antes si que tenía que tomar una pastilla no tenía problemas pero ahora tengo muchas dificultades para tragar cualquier pastilla, y si son grandes mucho peor”.
- “A veces tengo fiebre sin ser causa por una razón objetiva”.
- “ Me cambia la voz después de comer y /o beber”
Una vez que la persona con la Enfermedad de Parkinson y/o su cuidador principal han descrito alguno de los síntomas anteriores, en primer lugar tiene que empezar un tratamiento logopédico para reeducar la deglución y la masticación, con la finalidad de paliar los síntomas descritos e introducir en su día a día las diferentes técnicas de tragado seguro.
Asimismo, se recomienda que la persona con la Enfermedad de Parkinson lleve a cabo las siguientes recomendaciones en todas sus ingestas de comida y bebida:
- La postura más correcta es aquella que reduce al mínimo el riesgo de atragantamiento, por lo que NUNCA se comerá tumbado o recostado en un sillón, sino lo más incorporado posible. La postura más correcta es:
– Espalda recta, 90º.
– Cabeza recta, con la barbilla paralela al suelo o incluso inclinada hacia abajo (así las vías respiratorias estarán cerradas).
- La persona que va a dar de comer debe estar situada enfrente o en el lado dominante de la persona que va a comer, a la altura de sus ojos o justo debajo de ellos, evitando así que eleve la cabeza.
- Después de las comidas se recomienda un tiempo mínimo de 30-45 minutos incorporado, para evitar reflujo que pueda derivar en atragantamiento.
- Masticar hasta que el alimento este bien triturado antes de deglutir (15/20 veces mínimo). Los labios permanecerán cerrados hasta la deglución.
- Para comer más lento, coloque el tenedor sobre la mesa en cada bocado.
- Es adecuado tragar dos veces después de cada bocado.
- Al beber, hágalo a pequeños sorbos. Alterne los bocados de comida con los sorbos de bebida. Esto le ayudará a despejar el alimento de la boca y la garganta.
- Beba un solo sorbo a la vez, no uno tras otro.
- ¡Cuidado con los absorbentes! Éstos resultan útiles cuando la persona sufre de temblores o discinesias graves, pero pueden llevar hasta la garganta una cantidad excesiva de líquido con demasiada rápidez. Coloque el absorbente solamente en la parte de delante de la boca.
- Mantenga el mentón ligeramente hacia abajo o, por lo menos, paralelo a la mesa. La gente tiende a elevar el mentón al beber el último sorbo de líquido de una taza o botella. Al elevarse el mentón, aumenta el riesgo de que el líquido entre en los pulmones. No trate de beber directamente de una lata. Use un vaso.
- No hable con la boca llena de comida.
- Los tipos de alimentos que usted ingiere pueden afectar su capacidad para masticar y tragar. Algunos, tales como los vegetales crudos, las nueces y la naranja, pueden ser más difíciles de masticar o de tragar. En general, es probable que aquellos alimentos húmedos y resbalosos que no se deshagan en la boca y que no haya que masticar tanto, sean los mejores.
- Si se tiende a babear, no es que tenga más saliva que antes, sino que no está tragando de forma tan automática como antes. Beber sorbos de agua, o chupar trocitos de hielo a menudo durante el día, son estrategias que le ayudarán a tragar con más frecuencia. Mantenga siempre la cabeza erguida, con el mentón paralelo al piso, así como los labios cerrados, cuando no esté hablando o comiendo. El azúcar tiende a producir más saliva en la boca, de manera que reducir el consumo de azúcar puede ayudarle.
- Muchos pacientes con la Enfermedad de Parkinson se quejan de que tienen una mucosidad o flema espesa en la garganta. Beber más agua le ayudará a reducir el espesor de esta flema. También pueden ser beneficiosos el té con limón o las bebidas carbonatadas. CUIDADO: Comer o beber productos lácteos puede empeorar la flema.
A continuación desde Cocemfe Castilla y León os recomendamos el siguiente video para acercarse a la Enfermedad de Parkinson con síntomas en el proceso de deglución.